Amigo: Muy bueno el comentario. Fuímos condiscípulos del mismo año y graduación, y te digo que estas reuniones anuales que hacemos desde 1994 (sin fallar en ningún año) son lo ideal, para seguir manteniendo la tan necesaria e indispensable unidad, y ejemplos más que claros de ello fueron las dos últimas, efectuadas en la Sala Atril del Karl Marx, en las que estuvimos, en cada una, más de 60 del 13 grado, y otros tantos del grado 12, y en las que se evocaron a los que ya no están físicamente entre nosotros, y se vertió una espontánea y sana alegría. Reuniones que tendrán que persistir por siempre y para la eternidad. Muy bueno el artículo, hermano DOLL
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